La excursión a Iruya, visita un lugar mágico, que no pasa desapercibido al viajero. Llegar hasta Iruya, este pueblo tan alejado se convierte en una verdadera aventura.
Gran parte del camino para llegar a Iruya, se recorre dentro de territorio de la provincia de Jujuy, pasando por la Quebrada de Humahuaca hasta llegar al pueblo de Humahuaca, donde se encuentra el desvío que lleva a Iruya.
Tomando este desvío, el primer paraje que se pasa es la Estación Iturbe.
Después de un sinfín de curvas y siempre trepando, se llega hasta el punto más alto del recorrido, el “Abra del Cóndor”, con sus 4000 msnm. y que sirve de límite natural entre las provincias de Salta y Jujuy.
Después de pasar este punto se comienza un descenso de 1220 mts en 19 km. hasta llegar a Iruya.
La visión que se tiene antes de llegar al pueblo es impresionante. Por esta razón, muchos han denominado a Iruya como un “pueblo
colgado de la montaña”.
Una vez en Iruya, los pasajeros tendrán tiempo para caminar por sus pequeñas callecitas empinadas.
Se pasa la noche en algún hotel de Iruya, y se regresa al día siguiente saliendo por la mañana y volviendo a cruzar la Quebrada de Humahuaca.
Características de la excursión a Iruya
| LUGAR DE SALIDA/VUELTA | Hoteles de zona céntrica de la ciudad de Salta. | ||||
| HORARIOS DE SALIDA | Entre las 7 y 7:45 de la mañana. | ||||
| HORARIO DE LLEGADA A IRUYA (DÍA 1) | A partir de las 18 hs. | ||||
| HORARIO VUELTA A SALTA (DÍA 2) | A partir de las 19 hs. | ||||
| VESTIMENTA RECOMENDADA | Ropa deportiva cómoda, zapatillas con suela, gorra, lentes de sol, un abrigo y protector solar. | ||||
| INCLUIDO |
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| NO INCLUIDO |
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Un poco de la historia de Iruya
El Pueblo de Iruya fue fundado en el año 1753. Sin embargo su origen remonta a un siglo anterior a su fecha de fundación.
Actas de nacimiento encontrados en la parroquia de Humahuaca en la provincia de Jujuy, testifican que un siglo antes de su fundación ya existían asentamientos en el lugar.
Este pequeño y antiguo pueblo, cuyo nombre significa “Lugar de altos pastizales”, esta rodeado de dos ríos, El Coranzulí y el Milmahuasi.
Tiene una edificación al estilo colonial, donde predomina el adobe, piedras y paja para su construcción. Sus calles son muy estrechas y empinadas, las cuales están adoquinadas para evitar la erosión del agua.
Lo más curioso del lugar es que sus habitantes aun siguen conservando vestimentas y tradiciones desde hace más de 250 años.
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